domingo, 6 de noviembre de 2022

"Besos de fuego": ¿Por qué es la obra que está haciendo arder Trujillo?

 

Por: Ernesto Facho Rojas

 

Flyer promocional de la obra, escrita por Roberto Ramos- Perea

Vamos a decirlo de una vez: ¡he quedado impactado!

Acabo de salir del local, de ese ambiente sombrío con luces púrpuras y focos rojos, y me he descubierto temblando de emoción. Y todo esto tiene que ver con el drama que he presenciado hace unos instantes.

Había visto en un post de Cindy Muñoz, una joven actriz que vive en Trujillo, el anuncio de una obra de corte erótico. En un reel de Instagram, se puede ver una mano saboreando un muslo moreno de mujer, suave y lentamente.

Como tenía algunos asuntos familiares que ver en la Ciudad de la Eterna Primavera, no me pude perder dicho evento. Y asistí.

Se trata de un Colectivo de teatro llamado El grito, cuyo local funciona al interior de un bar. Y a pesar de que el aforo es limitado, esas cuestiones, gracias a la energía y el aura mágica de esta disciplina, siempre terminan pasando a segundo plano.

A la entrada, uno de los actores, subido en una mesa del bar, nos recibió y nos dio la advertencia de lo que  íbamos a encontrar dentro. El lugar –una vez más, sombrío— con las actrices de espaldas frente a nosotros, a una distancia corta, le daba a la función un toque de intimismo.

Nos dieron unos antifaces. Sin embargo, en este escrito no se ha de revelar el fin de dicho objeto. Arruinaría la emoción y el propósito de tan sensitivo despegue de la historia.

Mercedes Casanova es la hija de un afamado dramaturgo de la Cuba de los años treinta. Se supone que todo es un largo diálogo entre ella y Vicky, una bella catedrática también con mucho prestigio, a quien Mercedes le quiere encargar un estudio para revalorar la obra de su difunto padre.

De manera misteriosa, se van revelando más y más datos sobre el desaparecido escritor, Mario Casanova, quien ha dejado, entre las pertenencias facilitadas a la catedrática, el manuscrito de una obra que contrasta con todas las demás, un punto y aparte respecto a toda la producción anterior del autor en mención. Ese título es “Besos de fuego”. De allí el nombre de la obra.

Flyer promocional de "Besos de fuego" 

Una de las cuestiones más interesantes de la puesta en escena me ha parecido el paralelo a la hora de narrar el diálogo entre las dos damas y la tórrida historia de la mulata Teresa. Esta última aparece, como si fuera un seductor fantasma, frente a nosotros con sus danzas de Herodías y Salomé, al ritmo de un mambo triste, cuya melodía cae sobre el auditorio provocando a un tiempo los sentimientos de la nostalgia y las convulsiones del erotismo.  

Sin embargo, a pesar de esa aureola de fuego, de esas chispas que nos hacían arder no sé en qué llamas infernales mientras mirábamos de cerca a los personajes vibrar, besar y sentir, también ha sido un punto fuerte de la dramatización las profundas reflexiones en torno al erotismo en la literatura, la importancia de una obra literaria y el rol de la mujer en el mundo de las letras.

Más adelante, usted, futuro espectador, podrá ver cómo la historia sufre un plot twist (giro de trama) que acaba por reivindicar a uno de los personajes, ofreciendo un contundente mensaje sobre las mujeres como seres creativos y trasgresores.

A título personal, quisiera agregar que, como espectador, me he sentido muy complacido de observar y degustar la enormidad del talento y la dimensión de esa pasión por las tablas que existe en Trujillo, mi ciudad natal. Este rincón del Perú no deja de dar sorpresas y de luchar, tal vez en un medio menos hostil que otros, por ofrecer un arte de calidad, uno que, sin lugar a dudas, no tiene nada que envidiarle a cualquier otra obra de teatro a nivel latinoamericano.

Me pregunto si, acaso, El grito tendrá la intención de hacer una gira por otras ciudades. Ojalá muchas más personas pudieran hundir sus almas en la inquietante y mágica atmósfera de este arte que me ha regresado a la ciudad donde vivo, todavía viendo al ágil bailarín vestido de blanco y haciendo piruetas; a “Vicky bonita” buscando la verdad entre libretas de apuntes; a Mercedes Casanova despojándose de sus capas y abriéndose a la sinceridad; y a la mulata Teresa, con una suave luz sobre su pelo, ejecutando una danza que la hace rugir como una fiera, ebria de amor, ebria de impotencia, abriéndose a su hombre como si fuera una flor sembrada en medio del abismo.




                                                      Trujillo, 6 de noviembre de 2022