viernes, 13 de septiembre de 2019

¡Adiós, Camilo Superestar! - La Industria (13/09/2019)


Por: Ernesto Facho Rojas*


La muerte de Camilo Sesto, este 8 de setiembre, despierta en muchos de sus seguidores, una especie de soledad que se abre paso entre un montón de ruido que cubre a la ciudad. No es esta, precisamente, la época de un resurgimiento musical, de verdaderas melodías que envuelven el corazón y lo abandonan en un jardín lleno de bellísimas flores grises. Esta es la época de la bulla. Y podría decirse que Camilo Blanes, fue como un cisne cuyo canto supervivió ante las poderosas tenazas no solo del tiempo, sino del automatismo de la industria musical. Y este representa un verdadero triunfo.

Pero Camilo, con ese perfil de Cristo que lo caracterizaba, sabrá resucitar a este valle donde nos deja solo en cuerpo, porque su espectro alado seguirá bogando en este remanso donde acompañado de ángeles febriles de luz y poesía, tratará de recordarnos esa promesa a la que estamos condenados los soñadores: la belleza.
Éxitos como: «Vivir así es morir de amor», «El amor de mi vida»,  «Algo de mí», «¿Quieres ser mi amante?» o «Perdóname» se han constituido en verdaderos himnos, los cuales seguirán su rumbo como si fueran antorchas de un combustible inacabable. Esto, a razón de que Camilo Sesto no solo fue un hombre perfeccionista con la melodía o el ritmo, sino que puso el corazón también en sus letras; es decir: fue un poeta.
Este ingrediente, justamente, es el que termina colándose por los poros del alma y se asienta en la conciencia. Las figuras literarias que utilizaba, el conocimiento de la retórica, las imágenes limpias, todo ello sumado a la sencillez y la sensibilidad de sus letras eran, a mi parecer, uno de los pilares de su genio, aunque indudablemente su gracia y elegancia lo distinguía de entre los demás caballeros que se asomaban, en los setenta y los ochenta, a encantar los oídos de toda América Latina y el mundo.
En «Si me dejas ahora», apelando a un recurso de animismo muy acostumbrado en nuestro cantautor alicantino recientemente desaparecido, dice:

Si me dejas ahora
mi espíritu se irá tras de ti,
cabalgará día y noche
sintiéndose soñador y Quijote.
Porque ataste mi piel a tu piel
y tu boca a mi boca,
clavaste tu mente a la mía
como una espada en la roca.
Pero Camilo no solo fue músico, sino que fue un canal a través del cual se manifestó la pintura y el teatro.
Y aquí no puedo dejar de mencionar la excelente labor que cumplió en 1975, cuando hizo el papel de Jesús en la ópera rock «Jesucristo Superstar», cuya versión en español él mismo había financiado. Su interpretación es verdaderamente envolvente y reveladora, pues la letra del tema Getsemaní no solo tiene una intensidad que penetra en cada verso de la composición, sino que también se manifiesta en los matices de la voz del artista, quien lleva a un extremo el concepto de dramas musicales. En la canción aludida líneas arriba, además, podemos apreciar cómo nos da una muestra de ese fatalismo existencialista que debió haber experimentado Jesús de Nazaret hace dos mil años:



Dime por qué quieres que me claven en su cruz,
muéstrame el motivo, dame un poco de tu luz,
di que no es inútil tu deseo y moriré,
me enseñaste el cómo, el cuándo, pero no el porqué.

Por ello y por otras razones que no caben en el papel, podemos decir que Camilo Sesto ha sido, indudablemente, otro Cristo, pero con una misión de redención artística. Él apareció como un cometa y fue una explosión sin precedentes en los años en que subió a los escenarios y encendió los corazones y el alma de un público que difícilmente lo borrará de allí.
¿Cuánto tiempo, entonces, tendrá que pasar para que, en la voz de otro muchacho alto y espigado,  escuchemos ese fuego y esa delicadeza digna de un ángel desterrado?
Hasta entonces, solo nos queda atesorar el rastro de la inspiración de Camilo Sesto, el verdadero ángel de la balada en español.
¡Que en paz descanse y Dios lo bendiga!




*Docente y escritor.


1 comentario:

  1. Gracias por tomarse el tiempo para expresar todo eso que muchos quisiéramos hacer pero que no nos salen las palabras para honorarios al gran maestro que nos dejó pero que seguirá vivo en cada uno de los que lo admiramos y queremos tanto nuevamente mil gracias!!

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